Todo ha empezado con una noche un poco extraña, sueño muy ligero y despertando muchas veces hasta que por fin he caído. El sueño ha llegado y era en una vieja tienda de vestidos de novia, pero no eran los típicos. La tienda estaba llena de antigüedades, pero estaba sucia, llena de polvo. Yo tenía un vestido puesto que me parecía horrible, realmente eran sólo unos volantes alrededor de mi tronco que no tapaban nada y se veía la ropa interior. A mi lado había una chica con el pelo muy largo, morena que llevaba un vestido gris con el ribete azul. Realmente es como un pijama que tengo yo, pero en ese momento para mí era muy bonito. Cuando nos mirábamos al espejo (muy grande con el marco dorado y no se veía bien, por el exceso de polvo en la superficie) yo no me podía mirar de frente. A veces, la lógica de los sueños es muy divertida, las reglas que funcionan en ese mundo son lo más raro que hay. En este caso yo no me podía mirar porque mi padre me había dicho que eso en los sueños no se puede hacer. Y efectivamente, no podía, con lo cual me he dado cuenta de que estaba en un sueño. En cuanto me he dado cuenta, lo 1º que he hecho ha sido ponerme el vestido que me gustaba, pero eso me ha sabido a poco y he dicho "pues ala, a volar" y he estado el resto del sueño disfrutando de esa sensación (volaba en la oscuridad, como en el espacio) que hacía muchos años que quería volver a repetir como en los sueños de la infancia. Hoy he avanzado un poco porque en el 1º sueño de este tipo que tuve sólo fui consciente de que estaba soñando porque veía a un amigo medio desnudo por la calle y le decía "ves? esto no es normal, estoy soñando". Pero en esa ocasión no hice nada más, me desperté.
De todas maneras, a mi me gusta dejar a la mente a su marcha y que invente, que cree paisajes y casas para visitar y si le apetece, que repita escenarios.
Contaré lo de los escenarios, que son como decorados de películas, que son reutilizables por mi mente. No son nada simples, al contrario, están llenos de detalles, incluso a veces tienen olores y todo.
Un abrazo y os seguiré contando mis cosillas.
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